Historia del comercio
Empezamos hoy una nueva serie sobre la historia del comercio. Dicha serie no pretende ser un análisis exhaustivo, sino más bien un resumen de los principales acontecimientos. Desde el neolítico y el nacimiento de la agricultura hasta la actual OMC, pasando por las grandes rutas comerciales, la era de los descubrimientos, el mercantilismo, el liberalismo, el socialismo y el capitalismo, desde Bretton Woods a los Acuerdos de Bali… El comercio ha tenido un impacto enorme en la historia de la humanidad, y explica en gran medida muchos de los grandes acontecimientos que han tenido lugar. Espero que l@s que, como yo, sois amantes de la historia, disfrutéis del recorrido.
El Neolítico
El neolítico, con el descubrimiento de la agricultura, es considerado por muchos el punto de partida del comercio.
No sólo la agricultura, sino también la ganadería, empezaron a practicarse en diferentes lugares del planeta de manera independiente y en distintas fechas. Parece que la transición de unas sociedades de cazadores-recolectores a otras de productores tuvo lugar por primera vez hacia el 8500 a. C. en Oriente Próximo, desde donde se extendió a Egipto, Oriente Medio, Europa y, posiblemente, el sur de Asia. Poco después los procesos productores se desarrollaron en el norte de China, en los valles del río Amarillo y del Yangtsé (7500 a. C.).
Como os podéis imaginar, en un primer momento se trataba de una agricultura de subsistencia… Pero con la aparición de los primeros avances tecnológicos, que posibilitaron que no toda la población tuviera que dedicarse a la agricultura y surgieran nuevas ocupaciones (como la alfarería y la siderurgia), nació el comercio.
Comercio en inglés = Trade
Comercio en francés = Commerce
En un primer momento, a fin de intercambiar bienes y servicios, se recurría el trueque, aunque la dificultad de coincidencias con las necesidades (por ejemplo, a mi me interesa cambiar una docena de huevos por un arco, pero si el que me puede ofrecer el arco no está interesado en los huevos ¿qué pasa?) lo hizo poco operativo.
Trueque en inglés = Barter trade
Trueque en francés = Troc
Poco práctico ¿verdad?
Para paliar este grave contratiempo, aparecieron los intermediarios que almacenaban mercancías, de modo que tenían más posibilidades de que personas con diferentes ofertas y necesidades de bienes confluyeran en su almacén. Eso facilitaba algo las cosas, pero aún entrañaba ciertos riesgos. ¿Qué pasaba si algún producto perecedero no encontraba interesado o el propietario de dicho producto no necesitaba lo que le ofrecían a cambio? Se echaba a perder la mercancía almacenada. ¡Una lástima!
Pues claro… Sólo era cuestión de tiempo para que apareciera la moneda. Pero en un principio no eran como las monedas que conocemos. Tenían forma de dientes de ballena, conchas marinas, incluso de granos de cacao… Eso sí, tenían valor nominal. Esto significa que tenían un valor intrínseco (el material del que estaban hechas tenía el valor que reflejaban, no como hoy en día, que el dinero, desde que se abandonó el patrón oro, se basa en la confianza de la gente pero no tiene prácticamente valor intrínseco).
Moneda en inglés = Coin
Moneda en francés = Monnaie
Dinero en inglés = Money
Dinero en francés = Argent
Valor nominal en inglés = par/face/nominal value
Valor nominal en francés = Valeur nominale
Pero aún había alguna aspereza que limar: éste tipo de moneda sólo era aceptada por ciertas comunidades, por lo que aparecieron las «divisas» con una aceptación más generalizada, tales como la sal (de ahí viene la palabra salario), la pimienta o el oro… Y finalmente, la moneda… de la cual volveremos a hablar en el próximo artículo.
Divisa en inglés = Currency
Divisa en francés = Devise, monnaie
By Financial Translator
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